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Barreras fitosanitarias: Guardianes Naturales para la producción de vinos chilenos


No es novedad que la producción de vinos chilenos se distingue por su calidad excepcional y su prestigio, siendo situada siempre dentro de los rankings mundiales de excelencia vinícola. Uno de los factores clave que contribuyen a este éxito es la presencia de barreras fitosanitarias naturales en el país.



Estas barreras, compuestas principalmente por la Cordillera de Los Andes al este, el Desierto de Atacama al norte, el Océano Pacífico al oeste y los Glaciares al sur, juegan un papel fundamental en la protección de los viñedos y en la prevención de la propagación de plagas.


La disposición geográfica única de Chile, con sus barreras naturales y su rica biodiversidad, crea una suerte de zona

segura para la industria del vino. Estas barreras actúan como un escudo protector, evitando que las plagas dañinas ingresen al país afectando los viñedos y los ecosistemas alrededor, lo que resulta especialmente relevante dado que estas plagas pueden ser devastadoras para la producción de vino, pues tras dañar los cultivos se afectarían directamente la calidad y el sabor de las uvas.


Estas barreras fitosanitarias han permitido a los viticultores chilenos cultivar uvas en un entorno relativamente seguro, libre de enfermedades y plagas, lo que se traduce en una producción de vinos sanos y de calidad, colocando a Chile entre los principales productores de vino a nivel mundial.

Las barreras fitosanitarias desempeñan un papel tan crucial que se considera que las principales amenazas para los viñedos exceden su control, y que ingresan por lo general a través de las personas que visitan el país accediendo por transporte terrestre, marítimo o aéreo. Las barreras naturales no bastan por sí solas, por esta razón, es fundamental promover un turismo responsable en el que se sigan estrictamente las instrucciones de las autoridades agrícolas y ganaderas, entre las que se incluyen la prohibición de ingresar al país con alimentos de origen animal o vegetal que podrían afectar no solo a los viñedos, sino también a la biodiversidad del territorio en su conjunto. Al cumplir con estas medidas, se preserva la integridad del ecosistema y se protege de manera activa el prestigio de la producción chilena de vinos.


Este prestigio no es casualidad, sino el resultado de las condiciones óptimas que ofrece el país para el cultivo de los viñedos. La combinación de las barreras fitosanitarias naturales y las características geográficas únicas de Chile permiten la producción de vinos naturales, distintivos y de excelencia mundial, proporcionando a las uvas un entorno propicio para desarrollar sabores y aromas únicos, dando lugar a vinos que se destacan por su elegancia, equilibrio y complejidad.

En Alyan Family Wines, te invitamos a descubrir y disfrutar por ti mismo los resultados de un vino elaborado en un territorio idóneo, protegido por barreras naturales.



¡Salud!



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